Debo reconocer que de pequeño a pesar de tener los Madelman, unos muñequitos de tamaño superior a los Playmobil en inferior a los Geyperman, no ha sido un tipo de juguete que me gustase.
Pero, con esta exposición, realmente curiosa, ver desde las más modernas hasta las más antiguas, me llama la atención y me dedico a fotografiarlas.
Hasta las muñecas de comunión, tienen su gracia y sus diferencias con el paso del tiempo.
Las hay con sus fabulosos vestidos.
Algunas de porcelana, ¿ Servian para jugar ?, o ¿Sólo servian para adornar ?
Otras, que por mucho que las pongas sexis, ¡¡¡ asustan !!!
Otras que con sus pelos alboratados y las gafitas a lo John Lennon, adquieren un aire muy gracioso y divertido.
Otras, sin embargo, tienen un aire mucho más serio.
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