Desde fuera da la sensación de haber tenido una época esplendorosa, una vez en el interior, es pena ver su estado, pero, las siguientes imágenes nos evocan esos tiempos pasados.
La barandilla de hierro de punta a punta. Hoy en día despojada de un techo que la proteja.
Los papeles de las paredes :
Las baldosas, con sus diversas formas geométricas, evocando a la imaginación.
O simplemente siguiendo una linea como si fuese una cenefa :
En el interior del marco formado por las anteriores baldosas :
Los ventanales faltos de cristales
Las ventanas protegidas con tela mosquietera, metálica, clavada a la misma madera del marco ventanal, sin perdonar un sólo milímetro la entrada a los pobres mosquitos.
Hoy en día, a pesar de la falta de vida humana entre sus paredes, la madre naturaleza habita en ella.
Con el paso del tiempo esta construcción desaparecerá y la naturaleza tomará de nuevo posesión de aquel terreno que antaño le fué arrebatado por la mano del hombre.
M'encate aquet tupus de fotografíes i tu, les has sapigut captar molt be. Felicitats pel teu trevall
MarisaLLum
La pena es que quasi ja no en queden, o la sort es que encara en queden d'habitades. Moltes gracies p'el comentari
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