Continúo andando y voy viendo otras alfombras, es curioso como han desaparecido los pétalos y las flores, siendo sustituidos por otros materiales no tan bonitos y mucho menos aromáticos, como son el serrín, la tierra, arena y polvo de hojas secas.
El escudo de Cervera, con su inconfundible Ciervo.
A ras de suelo, para ver las diferencias y como quedan colocadas y desoladas cuatro tristes florecillas.
En esta alfombra las flores de geránio son un poquito más abundantes y dan la nota de color, pero, continúa siendo una alfombra triste y nota de ello es que nadie se para a mirarlos.
Esta señora mira con cara un poco extrañada el tapiz, dos florecillas rodeadas de serrín, ¿ Para que querran tanto serrín ? ¿ Tendrán problemas de humedad ? ¿ Tienen previsto el paso de animales ? . . .¿? ¿? la mujer tendrá un mar de dudas.
Por último me encuentro que otro horrendo tapiz, se habrán tomado sus horas en diseñarlo y plasmarlo en una tabla de corcho, pero, visto el relleno, queda espantoso, ya que desconozco el motivo, pero, lo cierto es que este tipo de tapíz se va repitiendo a lo largo de la calle.
Hasta la doña "crisis" se ha puesto del lado de la política y lo económico ha conseguido dejar de lado la tradición floral. ¿ Para esto perder el tiempo en tapices ?
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